Paradoja: el estrés en las actividades recreativas ( el manejo de la respiración y el uso de afirmaciones como herramienta en el control del estres en experiencias de buceo recreativo).
Qué vamos a ver en este trabajo:
El buceo autónomo como hoy lo conocemos nace aproximadamente 60 años atrás, se podría decir que fue en 1944 cuando Cousteau y Gagnan diseñan la válvula aqualung. A partir de entonces, el equipo utilizado para realizar buceos fue mejorando notablemente, en su rendimiento, su aspecto y básicamente su seguridad. Por la década del 60, el buceo solamente era pensable para aquellos hombres (y algunas pocas mujeres) que poseían un estado físico cercano al atlético. Fuera de la marina y los buceadores comerciales, pocos eran los que encaraban el buceo como una actividad recreativa. A partir de la introducción del chaleco compensador, los reguladores balanceados y los manómetros sumergibles fue que el buceo pudo extenderse como actividad recreativa a ser practicada por todos los miembros de la familia.
El buceo autónomo recreativo en Uruguay tiene orígenes recientes. En 1990 fue dictado el primer curso con certificación internacional basado en métodos de enseñanza puramente destinados a la población civil. Antes de esto el entrenamiento en buceo era en su mayoría buceo a pulmón libre, solamente con máscara, snorkel y aletas y el buceo autónomo estaba fundamentalmente regido por el sistema militar. Desde 1991 hasta la fecha se han formado más de una veintena de instructores de buceo recreativo y éstos a su vez han certificado varias centenas de buceadores uruguayos, no hay cifras oficiales, pero seguramente en la actualidad se supere fácilmente el millar.
Según Harry A. Overstreet, “La recreación es el desenvolvimiento placentero y espontáneo del hombre en el tiempo libre, con tendencia a satisfacer ansias psico-espirituales de descanso, entretenimiento, expresión, aventura y socialización. El ser humano feliz es aquél que une a las satisfacciones diarias de su producción laboral, las formas gustosas de desarrollo individual, compartido o colectivo que le permiten disfrutar con plenitud de su existencia en la comunidad. Así, el emotivo goce ante la magnificencia de la naturaleza, el enérgico furor del "hincha" frente a su equipo deportivo predilecto, la gracia emanada de una serie de cuentos, el afectivo contacto de la conversación y el diálogo, el frenético deleite de las "barrenadas" en la cresta de las olas marinas, el paciente encanto de la filatelia, tienen el valor de dotar a la vida, de las cualidades que hacen de ella la experiencia deliciosa y plena de aventuras que deber ser". Juan Carlos Cutrera (1974) opina que el futuro esta en el manejo sistematizado y regulado de la recreación ya que ésta puede constituirse en la base de la salud del tiempo libre. El buceo como actividad recreativa brinda la posibilidad del deslumbre frente a la belleza, variedad y particularidad de la vida marina. Buceando se descubre el deleite de la ingravidez, llamada flotabilidad neutra, que a su vez desafía al aparato locomotor a adaptarse a este medio diferente. Así también como la adaptación de los cinco sentidos bajo el agua. El buceo permite experimentar sensaciones totalmente desconocidas y permite entrar en estados especiales de conciencia debido a todas estas alteraciones. Por este y otros motivos es una actividad recreativa que cumple con todos los criterios de la misma y que llevada a cabo adecuadamente es un promotor de salud, respeto por el medio ambiente y respeto por la disciplina y normas de seguridad.
Qué es el estrés? Selye (1971) dice que “el estrés es la respuesta no específica del organismo a una demanda cualquiera” En las cantidades adecuadas, el estrés no es malo para el organismo, es como la temperatura, tenemos temperatura porque estamos vivos, es sólo cuando el nivel de temperatura está por encima o por debajo de los parámetros de normalidad que se vuelve un problema. Como se ha definido al estrés como la respuesta no específica del organismo a cualquier demanda, no importa si el estresor es placentero o displacentero, lo que importa es la intensidad de la demanda. A mayor intensidad, mayor capacidad de adaptación del cuerpo es requerida para enfrentarla. Cualquier estímulo puede generar estrés, depende de la cantidad e intensidad del mismo por un lado pero fundamentalmente de nuestra capacidad para lidiar con ellos. Cierto grado de estrés es necesario para funcionar adecuadamente pero demasiado estrés termina entorpeciendo el rendimiento final. El estrés produce cambios químicos en el cuerpo. En una situación de estrés, el cerebro envía señales químicas que activan la secreción de hormonas (catecolaminas y entre ellas, la adrenalina) en la glándula suprarrenal. Las hormonas inician una reacción en cadena en el organismo: el corazón late más rápido y la presión arterial sube; la sangre es desviada de los intestinos a los músculos para huir del peligro; la tensión muscular aumenta y el nivel de insulina aumenta para permitir que el cuerpo metabolice más energía. Estas reacciones permiten evitar el peligro. A corto plazo, no son dañinas. Pero si la situación persiste, la fatiga resultante será nociva Por otro lado lo que es estresante para uno, no lo es para otra persona. Experiencias con resultado negativo pueden hacer que la persona quede más sensible a los efectos del estrés. No es necesariamente la intensidad del estresor lo determinante sino la forma en que uno reacciona al mismo, según las interpretaciones que uno haga del estímulo y los recursos personales de que se dispongan. El ingresar al agua con equipo de buceo por primera vez es para algunos un factor de estrés con connotaciones negativas mientras que para otros es un desafío y para muchos un sueño hecho realidad.
Karasek y otros (1982) proponen un modelo bidimensional, donde toman en cuenta la intensidad de la excitación que provoca el estresor y el grado de control de la tarea para determinar el resultado de la ejecución. Dicho de otra manera, el nivel de excitación se relaciona estrechamente con el grado de control que tenga el sujeto sobre la tarea. Cuando se posee alto control de la tarea y el nivel de excitación también es alto, ocurren situaciones activas, generadoras de energías para enfrentar los retos que la actividad impone. Este sería el candidato que tiene confianza en sus habilidades en el agua y esta altamente interesado, curioso y motivado por la actividad. Por el contrario, cuando el control de la tarea es bajo y el nivel de excitación es alto, se producen situaciones de sufrimiento psicológico, éstos serían los candidatos cuyas motivaciones son inadecuadas o aquellos que no se sienten del todo cómodos en el agua o bien tienen miedos irracionales respecto al mundo submarino. El nivel de excitación que produce la tarea es alto, pero en general desde una perspectiva negativa ya que su percepción de control sobre la tarea es baja. Los cambios fisiológicos activados por la situación percibida como una amenaza comienzan a entorpecer el desarrollo de la tarea y a su vez la percepción de dichos cambios magnifica la percepción de falta de control. La aceleración del pulso y la respiración dejan de ser efectivas a los efectos de realizar un adecuado intercambio gaseoso.
Este trabajo apunta a aquellos individuos en los que los niveles de estrés no es operativo ya que perciben que las demandas del medio sobrepasan sus recursos personales. Desde esta perspectiva el estrés es un proceso determinado por valoraciones subjetivas, hasta el punto de ser posible un divorcio entre la evaluación cognitiva del sujeto y las amenazas objetivas del entorno. Es específicamente a este tipo de estrés que se hará referencia en este trabajo, ya que la paradoja estaría en embarcarse voluntariamente en una actividad recreativa que debería apuntar a entretener al sujeto, hacerlo gozar y disfrutar y sin embargo lo enfrenta a un medio que le resulta amenazante.
Al buceo recreativo llegan miles de personas por motivos variados. La introducción a la actividad se realiza mayoritariamente de dos maneras, una es el curso básico de buceo autónomo que consta de entrenamiento en pileta o aguas confinadas, clases teóricas con sesiones de video y entrenamiento en aguas abiertas, la otra forma es a través de la experiencia del Discover Scuba Diving, un programa que dura un par de horas donde los candidatos asisten a un video o una corta explicación sobre las reglas básicas del buceo autónomo y luego de practicar unas pocas habilidades en aguas poco profundas o en una pileta, los candidatos realizan un buceo acompañados por el instructor en pequeños grupos a una profundidad máxima de 12 metros.
Si bien los grados de habilidad de los candidatos son diferentes, la gran mayoría se muestran entusiasmados, muchos con ciertos temores fácilmente manejables mediante simples explicaciones o mediante el entrenamiento de destrezas básicas. Pero hay un pequeño porcentaje, que muestra un alto grado de estrés al enfrentarse a la actividad. ¿Cómo se manifiesta este estrés? Algunas personas dicen tener temor, y al caer al agua manifiestan que quieren salir inmediatamente, otras lo manifiestan con tensión y/o temblores, algunas hasta lloran. Y uno se pregunta qué motivos tendrán estos individuos para someterse a esta situación. En algunos casos, como es el de los cursos completos de certificación el instructor tiene oportunidad de hablar con los alumnos e investigar un poco más allá qué es lo que lo atemoriza y también los motivos de participación en la actividad. Una motivación inadecuada es una contraindicación seria para la actividad. Como se expresa en los Lineamientos para Examen Medico de Buceadores Recreativos, en el apartado sobre Salud Mental: “La motivación del estudiante para aprender y su capacidad para manejar las potenciales situaciones peligrosas son cruciales para la seguridad del buceo autónomo.” En este documento se considera como condición de riesgo severa el “tener una motivación inapropiada para bucear, sólo para complacer al esposo, pareja u otro miembro de la familia o para probarse uno mismo enfrentando temores personales.” En el caso del curso OW, cuando el instructor cuenta con tiempo para ofrecer un tratamiento más personalizado al alumno, puede investigar más a fondo qué lo atemoriza y también si sus motivos para participar en la actividad son adecuados o no. La intervención del instructor debe estar basada en los mejores intereses del participante y no en sus propios intereses. En muchos casos una motivación en principio no del todo “adecuada” puede modificarse a medida que el candidato va descubriendo las maravillosas sensaciones que provoca el respirar bajo el agua, el placer de la ingravidez o las criaturas que puede encontrar al realizar las primeras inmersiones en el medio natural.
En los casos de experiencias unitarias, como lo es el “Discover Scuba Diving” (Descubra el Buceo Autónomo), en general no hay tiempo real para investigar muy a fondo que es lo que lleva a la persona a probar el buceo. Los instructores en la mayoría de los casos trabajan sometidos a las exigencias de una operadora de buceo, negocio que esta orientado a generar las mayores ganancias con los menores gastos (política no necesariamente incorrecta si consideramos el grado de importancia que esto le reste a prestar el mejor servicio). En el caso del DSD el instructor debe ingeniárselas para que el candidato consiga completar la experiencia, sin daño alguno, y que pueda, al finalizar ésta, decidir si le gustó o no le gustó, si lo haría nuevamente o no, si se decidirá a realizar un curso completo o no. El completar la experiencia no sólo es satisfacer la demanda de un cliente, sino es brindarle la oportunidad al participante de vencer su temor inicial, el no hacerlo puede generar sentimientos de frustración y a su vez reforzar temores existentes.
Si bien el manejo adecuado de la respiración concierne a todas y cada una de las actividades del ser humano, tal vez sea en el buceo donde ésta pasa más claramente a primer plano. Por un lado está el manejo de las vías de inhalación, normalmente la mayoría de las personas inhalan por la nariz. Esto se hace sin prestar demasiada atención, de manera casi refleja, sin mucha conciencia de ello. Cuando se bucea, la nariz queda inhabilitada, confinada dentro de la máscara. Si accidentalmente entra un poco de agua en la máscara, aquellas personas que no controlen adecuadamente sus vías de inhalación pueden inhalar el agua por la nariz con la consiguiente sensación de ahogo que conlleva. Para muchas personas, éste hecho solamente ya es un factor de estrés y temor. Pero este trabajo no profundiza el manejo de las vías de inhalación sino en el manejo del ciclo de la respiración y su relación con la sensación de tensión o relajación
La respiración como base de la sensación de tensión o relajación.
En los videos y manuales de instrucción sobre buceo, el consejo acerca de la respiración es el siguiente: respirar continuamente y nunca aguantar la respiración, respirar lento y profundo. Respirar continuamente para evitar problemas de sobre expansión pulmonar. Respirar lento y profundo para evitar agitarse debido a los efectos del aumento de la densidad del aire respirado a presión y al aumento de los espacios aéreos muertos.
El ciclo de la respiración consta de dos partes básicamente inhalación y exhalación (cuatro serían si se considera la retención luego de inhalar y la pausa luego de exhalar pero para este trabajo se considerarán solo dos etapas: inhalación y exhalación). La inhalación es un proceso activo que requiere la contracción de músculos esqueléticos incluyendo los músculos intercostales y el diafragma, es decir que en este proceso la tensión muscular aumenta. Cuando los músculos intercostales y el diafragma se contraen, los pulmones se expanden, lo que crea un presión negativa en los alvéolos en relación a la presión atmosférica, como resultado de esto el aire se traslada de un área de mayor presión (la atmósfera) a una de menor presión (los alvéolos). Durante la exhalación, los músculos se relajan y el volumen pulmonar disminuye, creando una presión ligeramente mayor que la atmosférica lo que provoca la salida del aire. Durante la exhalación entonces los músculos se relajan y éste es un detalle muy importante a tener en cuenta.
Cuando los candidatos realizan su primera inmersión con equipo de buceo autónomo se enfrentan a un sinnúmero de nuevos estímulos, como lo son el uso de la máscara que limita la visión periférica, el regulador con todas sus mangueras, el tanque en la espalda que los hace perder el equilibrio, las aletas que le exigen un mayor esfuerzo de los músculos de las piernas y la propia dinámica del medio subacuático totalmente desconocida. El agua es 800 más densa que el aire, los movimientos y los tiempos son absolutamente diferentes. A esto se le suma el bloqueo de la nariz y el tener que respirar (o por lo menos inhalar) siempre por la boca. Todo esto provoca en muchos casos una marcada alteración en el patrón respiratorio, los candidatos empiezan a inhalar profundamente, como les fue enseñado en el video, pero olvidan exhalar en la misma proporción. La tensión en aumento debido a todos estos nuevos estímulos les impide dedicar el tiempo necesario a la relajación, condición necesaria para que se produzca la exhalación. En pocos minutos comienzan a sentir que les falta el aire y asumen que algo anda mal en su regulador, pero en general no es este el problema. Lo que sucede es que al no exhalar correctamente los buzos novatos se van intoxicando con el anhídrido carbónico que van acumulando, llegando a un punto en que están llenos de aire usado y no consiguen hacer ingresar aire nuevo por más que se esfuercen por inhalar más y más profundamente. La acumulación de anhídrido carbónico en sangre es responsable por disparar el reflejo inspiratorio aún cuando los niveles de oxígeno sean adecuados. Cuando el anhídrido carbónico se acumula en exceso provoca confusión, dolor de cabeza y acelera el ritmo respiratorio. La necesidad de respirar disparada por la acumulación de esta gas se confunde con falta de aire. La sensación de falta de aire potencia la ansiedad de los candidatos, ya cargados con otros estímulos ansiógenos. Los pulmones están llenos de aire no exhalado lo que hace difícil hacer ingresar más. La tensión muscular aumenta. Son necesarias instrucciones más concretas en cuanto a la respiración, poniendo el acento en la exhalación, aclarando que no significa exprimir los pulmones, pero sí concentrarse en la exhalación más que en la inhalación si se siente falta de aire. Una correcta exhalación garantiza una inhalación eficiente sin que sea necesario realizarla de manera forzada. El consejo para estos candidatos es “Si lo invade una sensación de falta de aire, pare toda actividad y concéntrese en su exhalación, haga una exhalación lenta y prolongada. Se sorprenderá de todo el aire que estaba guardando. Luego inhale normalmente, repita este procedimiento dos o tres veces y observe los cambios”. La mayoría de las veces este simple consejo trabaja de maravillas. Las personas no sólo se relajan más, sino que al guardar menos aire en sus pulmones también se hunden con más facilidad evitando el uso de excesivo lastre lo que facilita todas las maniobras.
Muchas veces el tiempo que el instructor comparte con los candidatos de la experiencia de Discover Scuba Diving antes de caer al agua es limitado, por eso muchas veces los primeros signos de estrés se notan cuando el candidato ya está en el agua. El uso de frases simples y concretas es muy importante. También lo es el contacto físico. Cuando los candidatos están ya en el agua y ya están mostrando los primeros signos de incomodidad, temor, ansiedad o estrés, sólo funcionan frases cortas, simples, firmes y positivas. El inspirar confianza es muy importante. A veces esto es fácil de manejar simplemente diciéndole al candidato “Confíe en mi” y sujetando su mano, otras veces lo que inspira confianza es un factor inmanejable, misterioso, a veces inspira más confianza un instructor del mismo género, y otras del contrario. Es muy importante escuchar lo que el buceador nos dice y no presentarse obcecados con una idea, es importante ser compasivos y comprensivos. Se le puede explicar al candidato que su ansiedad inicial tal vez aumente un poco pero que en unos pocos minutos llegará a una meseta y pasado el momento crítico, su ansiedad disminuirá, esto es lo que en realidad sucede en la mayoría de los casos. Es necesario asegurarle al buceador que si esto no sucede y al cabo de unos 5 o 10 minutos aún desea terminar la experiencia se lo llevará a la superficie, y es importante cumplirlo.
Existen otros factores de fácil manejo para disminuir los niveles de estrés en los participantes en experiencias de buceo, pero éstos están más relacionados con partes del equipo y son detalles técnicos que atañen directamente a los instructores, como por ejemplo no llevar demasiado ajustada la presilla del pecho del chaleco compensador ya que puede dificultar la respiración. O colocar adecuadamente la tira de la máscara, ya que puede provocar el ingreso continuo de agua en la misma. El manejo de éstos se desarrollara en un trabajo específico para instructores.
Muchas veces los instructores se preguntan qué lleva a estas personas a enrolarse en estas experiencias. El concepto de actividad recreativa no incluye el estresarse, sufrir, llorar, temblar, negarse a realizar la actividad, tensionarse. La hipótesis que subyace a este proyecto de investigación es que una motivación inadecuada es lo que da origen a una experiencia estresante. Pero también apuntará a investigar la relación entre enfermedades respiratorias presentes o pasadas y el hábito de fumar con la sensación de falta de aire y el estrés que esto puede provocar.
Cuestionario
a)natural o b)tuvo que vencer alguna dificultad específica?
a) un temor específico (describa cuál........) b) una dificultad motora (describa cuál........) c) una dificultad en el control de la respiración (describa cuál........) d) ansiedad, nerviosismo (describa como lo manifestó y/o el por qué........)
Este cuestionario va dirigido a enriquecer el pool de opciones de que se valen los instructores en forma individual para manejar estos casos.
Cuestionario para instructores Genero Edad Años en la actividad Años trabajando en Operadora de Buceo Se le han presentado casos de candidatos a DSD o Curso OWD (u otros cursos de buceo), que manifestaran uno o más de los siguientes: · temor excesivo mediante palabras, · temblores, · llanto, · respiración excesiva · elevada tensión muscular · negándose a descender o realizar ejercicios bajo el agua
En cada uno de los casos, cómo lo ha manejado? · Temor mediante palabras · Temblores · Llanto · Respiración excesiva · Elevada tensión muscular · Negarse a descender · Negarse a realizar ejercicios debajo del agua
· Sumario y conclusiones
En este trabajo se puso de manifiesto la importancia del buceo como actividad recreativa, por el contacto con la naturaleza, por la novedad de las experiencias sensoriales en un medio diferente al cotidiano, por ser una actividad que puede realizarse en familia y por el valor educativo del respeto por las normas de seguridad y el cuidado del medio ambiente. Por estos motivos, como actividad recreativa tiene una gran potencial como promotora de salud. La importancia de que siga siendo promotora de salud está en muchos casos en el manejo que el instructor sea capaz de realizar frente a aquellos individuos que presentan diferentes tipos de dificultades. En este trabajo se apuntó a los elevados niveles de estrés al iniciar la experiencia en el agua y se presentaron dos herramientas de emergencia:
A los efectos de que el buceo recreativo continúe siendo una actividad promotora se salud se plantea la posibilidad de iniciar dos trabajos de investigación a desarrollarse a lo largo de los próximos meses.
Bibliografía
Cutreta, J. C. (1974). Técnicas de Recreación.. Buenos Aires : Stadium Karasek, R.A., Russell, R.S., Theorell, K. (1982) Psysiology of stress and regeneration in job related cardiovascular illness. Journal of human stress, 1 (8): 29-42, 1982 RSTC Guidelines for Recreational Scuba Diver’s Physical Examination, in the Behavioral Health Chapter of the instructions for the Physician /sdt/ Selye, H. (1971) The evolution of the stress concept. Stress and cardiovascular disease. En Society, stress and disease. Levi (ed), Oxford Univ. press, London, 1971 Springfield Technical Community College. BIOL132 and BIOL232 Anatomy and Physiology http://www.biology.eku.edu/RITCHISO/301notes6.htm
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