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Revista Itinerario. Año 4, N°10 (Noviembre 2008)
I de (a) . Año 4, nº10 (Noviembre 2008).
Diana entra al consultorio, se recuesta y comenta su sorpresa por el modo que utilicé para abrir la puerta. “Intempestivo”, dice. Ha tocado el timbre, luego de un intervalo, de una espera suficiente, a su criterio, se dispone a repetir el gesto. En ese momento abro. Tiene la fantasía de que detrás de las cortinas que cubren la ventana del vano espero, la espío, para que en el momento que ella se dispusiese a tocar por segunda vez, la sorprenda con el brazo en alto y con el dedo suspendido a unos centímetros del mismo, ridiculizando su movimiento. Asocia sin referencia conciente alguna, con “El origen del mundo” (1). Lo conoce, me pregunta. Me habla entonces de la “inquietud” que le produce ese pubis que ordena la representación del cuadro. Efectivamente la pintura de G. Courbet sigue generando la misma turbación que cuando fue concebida. Como tantas otras obras que tenían una temática similar, el desnudo, (2) ofendiendo el pudor de la época, hacían que sus propietarios las escondieran en sus recamaras, regocijándose a solas o con selectos invitados, del espectáculo. Pero a diferencia de los otros cuadros que podríamos integrar en ese conjunto, el estilo, la perspectiva y el diseño del cuadro de Courbet producía-e, un rechazo singular. El artista ubica en el primer plano en el centro de visión, al pubis y en escorzo, en el punto de fuga, al horizonte el tronco de J. Heffernan su modelo y amante. Las piernas y los brazos son recortados, la visión del cuerpo se detiene en el ceno derecho, cercenando la cabeza. El punto de vista obliga a centrar la mirada en la vulva. He ahí un verdadero objeto parcial que captura al ojo, al deseo. También el desasosiego y la intranquilidad de cierto nerviosismo que acompaña la contemplación.
Se formulará un recorrido teórico partiendo de los aspectos generales vinculados la educación superior y su influencia en la propuesta de reforma universitaria –haciendo énfasis en la flexibilización y la evaluación. Se relacionará esto, con aspectos de la docencia y su ejercicio. Se incluye la dimensión ética en relación con los procesos de evaluación y se concluye sobre aspectos vinculados a la Facultad de Psicología y la intención de modificar el Plan de Estudios de la misma.
Rorschach y esquizofrenia: una perspectiva neuropsicológica.Año 4, nº10 (Noviembre 2008).
La utilidad del test de Rorschach para diagnosticar patologías como la esquizofrenia es ampliamente reconocida y comprobada. El análisis de un protocolo de Rorschach ofrece indicadores que permiten identificar rasgos o perfiles de respuesta típicos de esta patología. En los últimos años se ha avanzado mucho respecto a la validación estadística y teórica del test de Rorschach (mejores propiedades psicométricas, inclusión de elementos teóricos cognitivo-conductuales, etc…). Por otra parte, las últimas dos décadas han presenciado un explosivo crecimiento las neurociencias, descubriéndose además nuevas aplicaciones en el campo de la psiquiatría (neuropsiquiatría) y la psicopatología. Los avances en la comprensión de la esquizofrenia, gracias a estos aportes neurocientíficos, son de gran relevancia y han supuesto una revolución. El presente trabajo tiene como finalidad el acercamiento neuropsicológico al test de Rorschach, en el caso particular de la esquizofrenia. Este campo de aplicación puede proporcionar una mayor consistencia y validación empírica a dicho test, así como puede aportar una visión multidimensional (tan necesaria) del psicodiagnóstico. La principal conclusión es que el test de Rorschach “funciona” justamente porque evalúa el funcionamiento de determinadas áreas cerebrales y habilidades cognitivas que se han demostrado alteradas en la esquizofrenia. Es sin embargo una vía relativamente inexplorada, y por ello de gran potencial.
Tres duelos en la adicción.Año 4, nº10 (Noviembre 2008).
Se exponen las tres situaciones de pérdida a las que se ve enfrentado un usuario consumidor de sustancias psicoactivas. Comprenderlas es imprescindible para que el psicoterapeuta logre acompañar al usuario brindando el sostén adecuado.
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