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Revista del Área de Psicopatología de la Facultad de Psicología de la UdelaR (Uruguay)

 

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/FAMILIA/

Nuevas familias, nuevas complejidades

 

 

  

 

Ana De Barbieri

 

 

 

 

 

Si nos preguntan a boca de jarro, qué es una familia la respuesta que aflora es: “padre, madre, hijos”

 Esta representación de la familia pertenece a un modelo homogéneo de  familia,  la llamada familia burguesa que podemos ubicarla entre fines del S. XVIII y  la primera mitad del Siglo. pasado. A partir de allí se han ido sucediendo múltiples  fenómenos que han suscitado cambios en distintos  órdenes: en lo político, lo económico, lo social, lo tecnológico,  en lo ideológico, lo filosófico, lo cultural, etc. y han producido modificaciones de peso en el mundo de la vida y en la cotidianidad.. Sobre estos cambios  ya se ha escrito mucho. Me referiré  a las transformaciones que ha  experimentado la  familia del punto de vista fenoménico y en sus funciones.

La alianza matrimonial sella en el modelo tradicional los lugares fijos de parentesco: consanguinidad, filiación. Lugares fijos sostenidos por la autoridad paterna.  El principio de autoridad rige las relaciones en la familia  burguesa.  Este puede obedecerse o no pero está fuertemente sostenido como valor social.

. El matrimonio hasta hace 30 años (que no es mucho a nivel histórico y social)  era el término de recibo para hablar de la forma adulta y aceptada de relación de pareja. El concubinato aparecía como forma devaluada socialmente  y el amantazgo como modalidad transgresora. .  Hoy es de recibo hablar  de: “estar en pareja”,  y  se admite en el colectivo distintas  “formas de convivencia”.

La aparición de los hijos es el momento privilegiado del pasaje de la pareja a la constitución de una familia.

Con las formas posibles de vínculo parental las cosas son diversas. Encontramos variadas maneras de relación entre padres e hijos tanto de padres y madres que comparten la vida diaria con sus hijos como hijos de parejas separadas que alternan la convivencia con uno y otro de sus padres muchas veces uno de ellos o ambos con sus nuevas parejas.  Incluso del “hijo de madre soltera” valorado de forma peyorativa que aparejaba un handicap social, pasamos a las familias monoparentales aceptadas  socialmente  en las que tanto hombres como mujeres pueden ser cabeza de familia.  Si bien la proporción de mujeres en esa función  es mayor, hay padres en número creciente que ocupan ese lugar.

 

 

¿Cuáles son los aspectos novedosos en las configuraciones  familiares actuales ?

 

-          La inserción de la mujer en el mercado laboral ha modificado el desempeño de ambos cónyuges en el seno de la familia y ha traído consecuencias importantes: en la asunción de responsabilidades compartidas, mayor compromiso del hombre en el manejo de asuntos de la crianza de los hijos como en el manejo de lo cotidiano.[1][2]

-          El acceso de la mujer a lo público y la valoración social de su autorrealización conllevan un cambio en la dedicación  para el cuidado directo de los hijos.

-          La emancipación económica de la mujer le ha permitido una mayor independencia que ha  ido innovando las formas de relacionamiento entre los géneros.

-          El aumento de las separaciones,

-          Incremento de familias monoparentales.

-          La formación de nuevas parejas de los padres obliga a los hijos a formas de convivencia con personas distintas de sus padres biológicos.

-          Parejas homosexuales como cabeza de familia  (aunque en Uruguay aun no esté amparado por la ley).

-          Cambio en la extensión de las nominaciones padre-madre.

 

 

 

La familia burguesa se organiza sobre la base del parentesco, las nuevas configuraciones familiares en cambio presentan formas precarias[3], móviles, inestables. Las soluciones de convivencia encontradas son a medida, contingentes. Pero  estas maneras de resolver las vidas conviven en la actualidad con las tradicionales y en el imaginario social permanece aún la familia nuclear con sus raíces decimonónicas operando como representación de la familia e incluso  como ideal.

En esta diversidad de organizaciones familiares se da algo novedoso: muchas veces es el propio individuo quien delimita cual es su familia y los integrantes de la misma.  Hay quienes incluyen ex suegros; tíos y primos políticos; hermanastros, medio hermanos, a veces  el ex partenaire de un suegro o del padre, o de la madre; el primo de un medio hermano, etc. Son muchas veces las elecciones afectivas lo que constituye la familia  para cada individuo..

 

 Por otra parte  la complejidad actual en la nominación padre-madre genera polémica y se nutre de distintas vertientes.

El proverbial: “madre certa, padre incerto” se ha tergiversado: Por un lado la trama enmarañada de `posibilidades que ha facilitado la fertilización asistida. Todos hemos escuchado de la abuela-mamá que dio a luz en Estados .Unidos hace unos años. Los implantes de óvulos o de semen de donante heterólogo, “Vientres de alquiler”, etc. Se puede armar una red impensable para nosotros, de posibilidades.  ¿quién es la mamá? ¿Quién el papá?

Por otra parte las mismas preguntas se repiten con las nuevas formaciones de pareja donde conviven hijos de parejas anteriores con hijos de los partenaires actuales, a veces hijos de ambos.  Quien está presente en lo cotidiano no son la mamá y el papá biológicos.

La biología y la función madre y padre se disocian. Adquiere relevancia la función, el acento  está puesto en el lazo que se produce con aquel que desempeña  dichas funciones.¿Qué efectos producen todos estos cambios en la mente del niño? En la mente de los padres?

 

Estudios sociológicos de campo realizados en Alemania han dado resultados muy diferentes[4], unos opinan que esto trae aparejado fragilidades, vulnerabilidades  que se traducen desde el punto de vista psíquico de diferentes maneras durante toda la vida.  Otros opinan en cambio que salen fortalecidos, que enfrentan mejor los cambios, más dispuestos, abiertos a la formación de vínculos profesionales  y de amistades.

Las distintas formas  de convivencia a las que hemos aludido, han dado lugar  a una diversidad de formas de funcionamientos de las familias  Pero lo que se mantiene vigente es el papel fundamental de la familia como formadora de nuevos sujetos.

El infans portador de la indefensión propia de la especie, necesita  la asistencia, el sostén de su entorno, el ser mirado y narcisisado por sus padres se vuelve imprescindible  para favorecer el desarrollo de su espacio mental  y su crecimiento como sujeto.  “His majesty de Baby” dice  Freud en Introducción al Narcisismo aludiendo al fuerte investimento que los padre depositan en su hijo confluyendo deseos o aspiraciones no cumplidas en su propias vidas, valores, ideales, visiones del mundo trasmitidos de generación en generación en las familias de origen de los padres, etc. En nuestra praxis nos asombra y no tanto, el encontrar el discurso de un padre (no biológico) sorprendido por ver en el hijo de su señora aspectos tan parecidos a él o a algún familiar cercano, o hablar tan comprometido y dolido por sus dificultades. No dejamos de lado que en muchas ocasiones los hijos “del otro” vehiculizan las dificultades entre los partenaires o las dificultades propias de abrirse al otro[5].Situaciones que con el atravesamiento edípico pueden volverse campo fértil para distintas patologías

De todas formas  nos interrogamos acerca de la formación del niño, del adolescente.¿ Cómo son las vicisitudes identificatorias de  estos chicos? Como sus relaciones? Como se establece la prohibición estructurante?

 

Del punto de vista psicoanalítico no podemos soslayar  que la estructura edípica y la primera separación que exige su constitución, sientan las bases de la subjetivación. “… la subjetivación implica tomar en cuenta, en el funcionamiento psíquico singular, la permanencia de las cualidades de la relación con la estructura edípica y las formas que esa relación puede tomar bajo el impacto de los acontecimientos internos o externos”[6]

Adquiere entonces relevancia la ocupación de los lugares esperados de adultos en el grupo familiar y el ejercicio de las  funciones. Así  la mujer aparece como potencial dadora frente al niño pero lo que él demanda siempre es otra cosa y él debe someterse a la ley materna. Ella recurre  al “padre” (o el que cumple ese papel)[7] como intercesor y así ella habilita a la introducción de la ley como tal y a que el padre ocupe un lugar  simbólico.  Este debe ejercer  la función de corte que estructura y habilita la subjetivación. Por un lado él debe aceptar el lugar de mediador que se le ofrece y privar a la madre del lugar todopoderoso (falo) y así le  permite al hijo descubrir que su padre  tiene un rol y  que se puede no ser hiperpoderoso (tener el falo).

Las nuevas constelaciones familiares  en donde conviven hijos de otras uniones, de la pareja actual, donde la consanguinidad no es la regla que ampara la interdicción, plantea nuevos interrogantes en relación a la prohibición del incesto[8]..¿ Cómo ejercer  la función reguladora de las diferencias generacionales para preservar el espacio habilitante a la subjetivación y a la exogamia?  .¿ Donde se ubica  la línea de demarcación?  La asimetría de las funciones  parentales en relación a los hijos, así como los lugares y funciones de la fratría y el sororato sostenidos por la pareja ¿serían los  organizadores  de lo permitido y de lo prohibido? Lacan dice que el ser humano como sujeto, “encuentra su lugar en un aparato simbólico preformado que instaura la ley en la sexualidad”[9].Nos acercamos a esta idea cuando “padre” y “madre”  pueden mantener un vínculo familiar que permita el crecimiento y la autonomía.

No quiero terminar sin mencionar un tema generador de conflicto entre el

imaginario colectivo que aun mantiene la familia nuclear como aspiración idealizada y la realidad de situaciones insostenible o de separación que generan frustración y culpas  en vez de poder priorizar el objetivo fundamental que sería el de favorecer el crecimiento de cada uno de los miembros

de la familia pues  también el crecimiento de los padres puede favorecer el de los hijos

 

 

 

 

1 Gil, Daniel:  en “Por que me has bandonado?” Ed. Trilce

[2]  Badinter, E.: “XY. La Identidad Masculina” Alianza Editorial,1993

[3] Bernard,Marcos: “Los Cambios en la Subjetividad y su Influencia en los Vínculos”  en  DESAFÍOS AL PSICOANÁLISIS EN EL SIGLO XXI. Ferrari,H.,Zac de Filc, Ed. Editorial Pomelos, B.A.

[4]Beck-Gernsheim,E.: “LA Reinvención de la Familia. En busca de nuevas formas de convivencia.” 2000 Paidós 2003

[5] Tomo la noción de otro que han teorizado en los últimos años Berenstein,I. y Janine Puget:

[6]Birrauz, A.  Adolescencia en Elementos para una Enciclopedia del Psicoanálisis. Aporte      Freudiano. Dirección Kaufmann, P. Ed Paidós

[7]Comillaremos las denominaciones “padre”, “madre “ cuando se alude a función.

[8]Levi Strauss plantea la arbitrariedad del sistema de prohibiciones en distintas sociedades ágrafas.  “Antropología Estructural” cap. 2  Editorial Universitara de Buenos Aires,1971

[9]Desparts Péquignot, C; Sexualidad en Elementos para una Enciclopedia del Psicoanálisis. Aporte freudiano. Dirección Kaufmann, P. Ed Paidós